アルゼンチンでの紹介記事です。
(スペイン語)
NAN
http://lanan.com.ar/2013/05/discos-luz-de-la-noche-florencia-ruiz-2011/
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NAN
http://lanan.com.ar/2013/05/discos-luz-de-la-noche-florencia-ruiz-2011/
Discos: “Luz de la noche” (Florencia Ruiz, 2011).-
mayo 13, 2013
El disco no
es nuevo en las bateas, pero merece ser escuchado. Ya sea por la voz
original y honesta de su autora, por la canción antihitera que logra o
por los buenos compañeros musicales, entre ellos Ariel Minimal, que el productor Carlos Villavicencio sumó a la obra. A parar el oído.
Por Sergio Sánchez
Buenos Aires, mayo 13 (Agencia NAN-2013).-Florencia
Ruiz es una artista con todas las letras: inquieta, arriesgada,
desprejuiciada, original y honesta. Y muy libre. Así hizo su camino y
construyó una canción propia y contemporánea. Una experimental, compleja
de abordar y alejada del hit —de hecho, casi no hace uso del estribillo–. En esta sintonía, Luz de la noche,
su sexto material discográfico, continúa por la misma línea musical que
sus antecesores. En esta ocasión, Ruiz encontró el socio perfecto para
el disco: el experimentado Carlos Villavicencio, quien además de ser el
productor, se ocupó de los arreglos musicales y la dirección orquestal.
Entre la veintena de músicos que participaron en la grabación, se
destacan Ariel Minimal —con quien grabó Ese impulso superior(2008)—, Juan Quintero, el uruguayo Hugo Fattoruso, el brasileño Jaques Morelenbaum y la violinista japonesa Momoko Aida.
Luz
y oscuridad. Las canciones de Florencia Ruiz son densas y amables a la
vez. Para llegar a ellas –o lograr que se manifiesten en su estado
pleno– se torna necesaria una escucha atenta y sin prisa. Si bien hay cierta sonoridad pop —sobre
todo en la voz de Ruiz–, que ameniza la escucha, predominan los
arreglos sofisticados y climas que remiten más a la soledad de la noche
que al bullicio del día. Muchas veces, sus piezas se ubican en el punto
justo entre la madrugada y el amanecer. Hay silencio, armonía, insomnio,
reflexión.
Las canciones —todas compuestas por Ruiz– fueron ornamentadas por la mano entrenada de Villavicencio, quien también grabó pianos, programaciones y percusión. Hay, también, buenos arreglos de cuerdas en “Niñez”, “Qué pena” (suena muy orquestal) y “Alumbraremos”, y un interesante trabajo de percusión en “Estuve así”. En el último tema, Ruiz se despoja de la instrumentación y se larga sola con su guitarra en “Luz de la noche”.
Aunque las letras parezcan introspectivas, muchas de ellas refieran al mundo exterior, al entorno. “Manos arman las paredes que / si son de barro o son de papel / la tormenta no puede tirar / se sostienen y se sostendrán”, canta en “Alumbraremos”, inspirada en la grave inundación que sufrió Tartagal (Salta) hace unos años. Para ella, el mundo es “indiferente” y caótico. Luz de la noche, entonces, es un disco que demanda, al menos, tres escuchas para captar su esencia. No se arrepentirá, lector (u oyente, si hace caso a esta reseña).
Las canciones —todas compuestas por Ruiz– fueron ornamentadas por la mano entrenada de Villavicencio, quien también grabó pianos, programaciones y percusión. Hay, también, buenos arreglos de cuerdas en “Niñez”, “Qué pena” (suena muy orquestal) y “Alumbraremos”, y un interesante trabajo de percusión en “Estuve así”. En el último tema, Ruiz se despoja de la instrumentación y se larga sola con su guitarra en “Luz de la noche”.
Aunque las letras parezcan introspectivas, muchas de ellas refieran al mundo exterior, al entorno. “Manos arman las paredes que / si son de barro o son de papel / la tormenta no puede tirar / se sostienen y se sostendrán”, canta en “Alumbraremos”, inspirada en la grave inundación que sufrió Tartagal (Salta) hace unos años. Para ella, el mundo es “indiferente” y caótico. Luz de la noche, entonces, es un disco que demanda, al menos, tres escuchas para captar su esencia. No se arrepentirá, lector (u oyente, si hace caso a esta reseña).